Hornallas
Aquí dentro
a veces
dan ganas de gritar.
La tarde
lastima con su látigo de sombras
y yo grito
doy directivas
acuso
digo y hago
y envejezco
arrugada de enojos cotidianos
y pienso
porqué no tomar la calle
y salir
para seguir gritando con todo el aire
para mi
con toda mi voz como una capa
que me cubra
del frío
de quedarme tan sola.
Y me doy vuelta
y vuelvo a las hornallas
como un gato cansino
como una vieja sabia
que mira de reojo
y pasa,
murmurando maldiciones.
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